73 juegos de mesa educativos que deberían estar en todas las aulas (y casas)
Con estos juegos de mesa, los estudiantes de todos los niveles educativos pueden trabajar destrezas y adquirir conocimientos sobre ciencias, matemáticas, música o emociones.
La oferta de juegos de mesa educativos sigue creciendo sin parar, ofreciendo cada vez más opciones interesantes desde el punto de vista pedagógico y de disfrute en el aula o en familia. Ya hemos recopilado anteriormente juegos de mesa para educar en valores y ahora hacemos esta selección de hasta 73 juegos de mesa educativos que deberían estar en todas las clases y casas.
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Fantasma Blitz
Está compuesto por cinco objetos (un sillón, una botella, un fantasma, un ratón y un libro) y una baraja. El funcionamiento es sencillo: uno de los jugadores debe extraer una carta y colocarla bocarriba, visible para todos. Esa carta indicará un objeto, y el jugador que lo coja más rápido, estando situados al alcance de todos, se quedará con ella. Se hace con la victoria el jugador que más cartas tiene en su poder cuando se termina la baraja. Ayuda a trabajar los reflejos y la psicomotricidad de los niños mayores de siete años.
Reinas durmientes
El objetivo de este juego de cartas es fomentar el desarrollo de habilidades cognitivas relacionadas con la estrategia, las matemáticas o la memoria. La baraja está compuesta por cartas verdes y rojas: las primeras se colocan bocabajo y las segundas deben repartirse a cada jugador. Los participantes tendrán que ir ‘despertando’ a las reinas utilizando a los distintos personajes y objetos que ilustran las cartas, ya que cada uno de ellos tiene una función determinada: un rey, un somnífero, un dragón o un caballero, entre otros. El ganador del juego es aquel que consiga despertar antes a las cinco reinas. Para niños a partir de ocho años.
El Frutalito
Destinado a los más pequeños de la casa (tres años), en este juego se trata de impedir que el cuervo se coma las cerezas del árbol. Para ello, se deben ir sacando cartas: si aparece la imagen del cuervo, éste avanzará una casilla en el tablero. Si el animal llega a moverse lo suficiente como para situarse debajo del árbol, los jugadores habrán perdido la partida. Por el contrario, si la carta que se extrae contiene una cereza, los jugadores deberán coger una del árbol. Si se recolectan todas las frutas antes de que el pájaro llegue a la última casilla, los niños ganarán la partida. Mediante esta dinámica, es posible entrenar la psicomotricidad fina y el trabajo en equipo.
Animal sobre animal
Los mayores de cuatro años podrán desarrollar el equilibrio, el pulso y la habilidad manual. La dinámica del juego consiste en apilar progresivamente figuras de animales por turnos, comenzando obligatoriamente por el cocodrilo. El objetivo es hacer la torre más alta posible sin derribar ninguna pieza, de lo contrario, el jugador que se equivoque deberá quedarse con todas las que hayan caído del conjunto. El ganador será quién se quede antes sin animales para colocar.
Faraón
Encontrar los tesoros situados bajo las pirámides del tablero es la finalidad principal de este juego. Para ello y, en primer lugar, se extrae una carta de la baraja para determinar qué tesoro se deberá buscar durante ese turno, moviendo las pirámides hasta encontrar la reliquia correcta. Si se hace adecuadamente, el jugador se queda con la carta y se saca una nueva. Si se localiza el tesoro incorrecto, se pasa el turno al siguiente jugador. Cada carta tiene asignado un valor de puntos y gana la partida el participante que tenga más puntos al acabar la baraja. También hay que ser cauteloso, ya que si se descubre la maldición de la momia, el jugador perderá todos los tesoros que haya obtenido hasta el momento. Ideal para ejercitar la memoria visual y pasar un buen rato en familia o con otros niños. A partir de siete años.
Los Futbolísimos. Campo 4
Es el primer juego de cartas de la saga de ‘Los Futbolísimos’ del escritor Roberto Santiago. Para estudiantes a partir de siete años, el objetivo es ganar un partido de fútbol y conseguir el mayor número de balones del color de la portería asignada. Todo ello con la ayuda de Los Futbolísimos. Cada partida dura unos quince minutos, aproximadamente, y se puede jugar de dos a cuatro jugadores.
El monstruo de colores
Se trata de un juego cooperativo en el que el alumnado a partir de cuatro años debe recoger las fichas con las distintas emociones y depositarlas en el tarro que corresponda. En ese momento, el estudiante tiene que expresar con alguna palabra lo que le hace sentir esa emoción (alegría, tristeza, ira…). De este modo, se ‘ordenan’ las emociones y los más pequeños aprenden a identificarlas.
Juego de Tonos
Creado por un docente de música, el objetivo principal es que los estudiantes aprendan esta materia mientras se divierten. Es un juego de cartas en el que se muestran distintos conceptos relacionados con la música, como las notas musicales o cómo se lee un pentagrama, entre otros. Cuenta con catorce juegos de mesa educativos que se pueden adaptar al nivel de los estudiantes y para distintos instrumentos. Incluso dispone de una guía didáctica para que los docentes lo utilicen en el aula.
Speed Cups
En esta dinámica de juego prima la velocidad y la capacidad de concentración y reacción. Indicado para niños a partir de seis años, se trata de un juego de cartas que viene acompañado de unos cubiletes de colores y un timbre. Una vez que las cartas estén repartidas y puestas boca arriba en la mesa, los jugadores tienen que colocar la secuencia de cubiletes que aparezca en su carta lo antes posible. Quien lo consiga tiene que tocar el timbre y gana quien haya conseguido más secuencias.
Cazafantasmas
La particularidad de este juego de ingenio es que se puede jugar en solitario. Recomendado para estudiantes a partir de seis años, el objetivo es resolver los distintos desafíos que se esconden en sus cartas repletas de fantasmas. Solo hay una posible solución y si el niño no la encuentra dispone de un libro con todas las respuestas.
Emoticapsules
Con ayuda de este juego los estudiantes de corta edad, entre los 2 y los 6 años, pueden identificar y expresar sus emociones y estados de ánimo con el fin de aprender a gestionarlas. Está indicado para jugar en familia y su funcionamiento es muy sencillo: cuenta con 6 cápsulas que representan a las emociones básicas (alegría, tristeza, miedo, enfado, asco y sorpresa), en las que los jugadores tienen que ir metiendo objetos que se relacionen con esa emoción, además de explicar la razón. De esta forma, los estudiantes verbalizan sus sentimientos y los docentes pueden empatizar con sus emociones.
Herstóricas Pioneras
El proyecto ‘Herstóricas’ pretende mostrar a las niñas la aportación histórica de las mujeres en diferentes aspectos de la sociedad. Junto al colectivo ‘Autoras de cómic’ han lanzado un juego de cartas que muestra a 30 personalidades femeninas desconocidas hasta ahora a través de ilustraciones. De este modo, será posible conocer desde la infancia y a través de la gamificación a algunas de las mujeres que fueron abriendo camino en muchos ámbitos de la vida y a las que la historia no ha dado voz.
Risk
Se trata de uno de los títulos bélicos más famosos de la historia. Evoca las Guerras Napoleónicas a través de una estrategia simple y abstracta en la que los principales protagonistas son los diferentes territorios de la geografía mundial, así como la logística de las campañas extensas. Antes de comenzar a jugar, hay que dividir los cinco continentes y los principales países entre todos los jugadores. Puede ser una buena oportunidad para comenzar a conocerlos.
Kaleidos Junior
La agudeza visual es la destreza que se trabaja en este juego de mesa. Incluye ocho tableros diferentes y en cada uno de ellos se muestran varias decenas de objetos: la mecánica consiste en encontrar rápidamente los objetos de una categoría determinada aleatoriamente mediante una ruleta. El jugador que logre conseguir el mayor número de objetos correctamente durante toda la partida, será el ganador. Además, es posible adaptar el nivel de dificultad para cada nivel educativo.
Operación
En esta selección no podíamos dejar de incluir un clásico. Operación es un juego de mesa con el que se llevan divirtiendo niños de varias generaciones. Su carácter es más lúdico que educativo, pero también sirve para identificar y localizar las partes del cuerpo humano. Consiste en extraer con unas pinzas, y por turnos, diferentes objetos escondidos. Si al hacerlo se toca el borde del hueco donde están metidos, suena un pitido y al “paciente” se le enciende la nariz. ¡Hay que tratar de salir con éxito de la operación!
Penkamino
Para jugar entre dos o más, Penkamino es un título que estimula el aprendizaje y la memorización de las tablas de multiplicar en los estudiantes. Lo hace a través de unas fichas que recuerdan al clásico dominó sólo que, en este caso, deben ir colocándose según los resultados de las multiplicaciones que vayan realizándose. Hay dos tipos de fichas: las que son cuadradas tienen varios números que son el resultado de las multiplicaciones que hay que completar y las que son en forma de cruz poseen un número distinto en cada esquina. De lo que se trata es de ir encajando fichas entre sí con su respectiva multiplicación.
Faraway
Para estudiantes de a partir de 10 años, su caja contiene los siguientes elementos: 8 cartas de personajes, 20 de realidad y 40 de fantasía. El propósito es que los chavales sean capaces de construir su propia historia, formada por 6 capítulos, para lo cual deben recurrir a estas que se mencionan. Esto les va a permitir trabajar y desarrollar sus habilidades lingüísticas así como la capacidad de narración, pues tendrán que proponer ideas, sugerir hacía donde se enfoca la historia que tienen que completar…
Time´s Up Kids
Forma parte de los juegos de mesa educativos cooperativos y su mecánica es idónea para los niños de cuatro años en adelante. Hay 20 cartas de dibujos que hay que poner boca abajo sin mirarlas y de lo que se trata (en una primera fase) es de averiguar que se esconde detrás de cada una de ellas, pero explicando con palabras para que sirve o se utiliza. En una segunda fase, habrá que emplear la mímica para explicar cada una de las cartas. Eso sí, hay que hacerlo en el menor tiempo posible porque el reloj de arena corre en contra.
La isla prohibida
Avalado por diferentes premios, es un título cooperativo que se desarrollada en una isla misteriosa en la que sus protagonistas se unirán a un grupo de aventureros para hacerse con cuatro tesoros. Para alcanzar el objetivo, todos los participantes tendrán que ponerse de acuerdo. A partir de 10 años.
Code Master
Introduce a los chavales en el mundo de la programación, pero sin necesidad de utilizar el ordenador, y a la vez les ayuda a mejorar sus habilidades y capacidades a la hora de resolver un problema o trabajar el razonamiento secuencial. Existe un avatar que se desplaza a través de un mundo imaginario en busca de unos cristales con poder y para ir recogiendo cada uno de ellos -y llegar a la meta- hay que completar correctamente una serie de acciones y secuencias.
HedBanz
Quién no ha jugado alguna vez a ponerse el nombre de una persona conocida en la frente y adivinar quién es. En esa línea trabaja HedBanz, jugando con objetos y animales conocidos y pertenecientes a la vida cotidiana, y cuyo objetivo es que niños pequeños (edades a partir de los 5 años) investiguen, identifiquen y aprendan sobre su alrededor, a la vez que afiancen su fluidez y expresión verbal mediante la preguntas al resto del grupo.
Race to the Treasure!
Un ogro quiere llevarse el tesoro y debemos evitarlo. Race to the Treasure! comparte mucho en común con otros juegos de mesa educativos para niños como la oca, pero añadiendo una dosis de estrategia, colaboración y cooperación que los participantes deberán llevar para alcanzar el fin común. Deberán construir un camino conjuntamente, y si consiguen evitar que el ogro consiga su cometido… todos ganarán. Pensado para entre 2 y 4 jugadores de 5 años en adelante.
Sequence for Kids
Unas cartas con ilustraciones y un tablero con esos mismos dibujos. Cada jugador irá robando una carta en cada turno, y marcándolas; si consigue cuatro consecutivas, gana. Pero claro, la clave de Sequence for Kids es que también puedes quitar las fichas de tu oponente, e incluso hay comodines que te permiten colocarlas donde tú quieras. Parece fácil, ¿verdad? Su mecanismo de juego permite trabajar el razonamiento lógico y elaborar el pensamiento anticipado y la estrategia.
Don’t Let the Pigeon Drive the Bus Game
Una paloma puede conducir un autobús… pero no podemos permitírselo. En Don’t Let the Pigeon Drive the Bus Game, basado en el libro del mismo nombre, tendremos que evitar precisamente lo que indica el nombre, anteponiéndolos mediante la estrategia y la anticipación, moviendo sus respectivos autobuses o la paloma, según lo que indique una ruleta. Para entre 2 y 4 jugadores e ideal para niños a partir de los 3 años.
Qwirkle
Uno de esos juegos de mesa educativos didácticos de lógica a través de piezas con extrañas figuras, en el que el objetivo es combinarlas del mejor modo. Para ello, Qwirkle requerirá una dosis de paciencia y estrategia, así como afianzar conocimientos sobre formas, colores, matemáticas y resolución de problemas. Sus 108 fichas, construidas en madera, ofrecen una cantidad de posibilidades tal que aportarán diversión para horas. Pensado para entre 2 y 4 jugadores de 6 años en adelante.
Elementos
Con una dinámica basada en el piedra-papel-tijera que todos conocemos, Elementos es un juego de lógica y estrategia para dos jugadores que toma tres elementos básicos —fuego, madera y agua— que tendrás que combinar y utilizar para batir a tu adversario. Fabricado en madera, es uno de los proyectos de Kickstarter de juegos de mesa educativos para niños que más éxito ha cosechado en los últimos años.
Spot It! / Dobble
Un juego de cartas rápido, rápidisimo, en el que se premia la agudeza visual y la rapidez de reflejos. En Spot It! (en españa conocido como Dobble) tendremos que ir descartando las cartas una a una y detectar cuál de las figuras mostradas está también en nuestra mano; en ese momento ganamos un punto. Muy sencillo y enfocado en mejorar la agilidad mental de los jugadores. Para entre 2 y 8 jugadores, existen diferentes versiones para campamentos, viajes, etc.
Telestrations
Para mentes artísticas y uno de esos juegos de mesa educativos en los que el buen rato está garantizado. En Telestrations cada jugador manejará una pequeña pizarra blanca en la que debería dibujar algo relacionado con una determinada palabra; luego, el jugador de al lado deberá acertar la palabra. Aprenderán vocabulario y a saber expresarse y dar importancia al significado de las cosas.
Sushi Go!
Uno de los juegos de mesa educativos de cartas que más éxito están teniendo en los últimos años es Sushi Go!, tan sencillo como divertido y entretenido. Diseñado para entre 2 y 5 jugadores de 8 años en adelante, permite reforzar conceptos matemáticos, rapidez visual y el maravilloso mundo de la estrategia y la lógica. Además, las ilustraciones son tremendamente divertidas y existe una versión de mesa para hasta 8 jugadores.
Count your chickens!
A partir de 3 años, en Count your chickens! los jugadores deberán colaborar y cooperar con mucho trabajo en equipo y un objetivo único: que todos los pollos lleguen correctamente a la granja. No requiere de conocimientos de lectura y sí de la compenetración y colaboración, ideal de aprender en estas edades.
UNO
Un clásico de los juegos de mesa educativos para niños, más concretamente de la categoría de cartas: UNO es un juego de memoria y estrategia, en el que los jugadores deberán prestar atención a las cartas que se van cogiendo en cada turno, relacionándolas con las que se tienen en la mano. Una mecánica muy sencilla que está orientada a hasta 10 jugadores a partir de los 7 años, con algunas versiones digitales disponibles en plataformas móviles.
Mastermind Towers
Con el objetivo de promover aptitudes como la lógica y la resolución de problemas, Mastermind Towers se compone de dos jugadores, cada uno de ellos con una torre con pequeñas tarjetas de animales (también hay otros temas, como Disney, Bob Esponja o Looney Tunes) en un determinado orden. Un jugador deberá adivinar el orden de las tarjetas del otro, y viceversa, a partir de preguntas sencillas con respuestas sí/no sobre sus posiciones.
Jenga
Un clásico que lleva décadas alimentando la agilidad de jugadores de todas las edades por el mundo: Jenga está compuesto por 54 bloques de madera que inicialmente forman una torre y que los jugadores, en sus respectivos turnos, deberán extraer uno a uno colocándolos en la parte superior. ¡Que no se derrumbe la torre! Genial para Primaria, para desarrollar ciertas habilidades motrices.
Apples to Apples
Orientado a diferentes edades según la versión que contemplemos, con una “junior” a partir de los 9 años, Apples to Apples es un juego de cartas nacido en 1999 que permite ampliar el vocabulario de todos los jugadores en base a realizar alocadas comparativas lingüísticas según la carta que se robe en cada momento. La mecánica es tremendamente sencilla y el potencial es brutal, algo que le ha servido a este juego para ser galardonado con diferentes premios durante su historia.
Escaleras y toboganes
También conocido como Serpientes y escaleras, se han hecho mil y una versiones diferentes de este clásico de los juegos de mesa educativos con un toque de azar. Los jugadores deberán ir avanzando por un tablero en el que hay casillas que nos permitirán adelantarnos, y otras que nos retrasarán. Especialmente interesante para usar en Infantil y Primaria, cuando comienzan a aprender a contar para afianzar los números. Siendo un clásico de los juegos de mesa educativos para niños existen múltiples versiones temáticas (¡incluyendo una de Dora la Exploradora!) así como en las plataformas digitales, en forma de app para iOS o Android.
IQ Fit
Podríamos decir que IQ Fit es una especie de Tangram moderno: consiste en una serie de piezas que deberemos encajar de un determinado modo para conseguir determinadas formas. En total dispone de 120 retos divididos en 5 niveles según su complejidad, con lo que promete unas cuantas horas de entretenimiento con la finalidad de entrenar nuestras capacidades lógicas y espaciales.
Nunca olvido una cara
Un juego muy sencillo a la vez que desconocido, diseñado para chavales a partir de los 5 años. En Nunca olvido una cara tendremos una serie de cartas que representan a 24 niños de diferentes países, con rasgos dispares; nuestro objetivo será identificar pares de chavales, algo que hará que mejoremos tanto concentración como memoria. Los dibujos, además, son ilustraciones ideales para usar con jóvenes, lo cual hará que presen su completa atención en este juego.
Zingo
Uno de los juegos de mesa educativos más divertidos es Zingo, que por su nombre podréis adivinar a qué otro juego se parece. Sí, pero con la diferencia de tener imágenes y palabras en vez de simples números. Esto hará que chavales, a partir de los 4 años, promuevan el reconocimiento de vocabulario, la memoria y la concentración. Eso sí, ojo porque existen múltiples versiones en inglés, así como una bilingüe español-inglés.
Catán
Dirigido a un público más adulto (a partir de los 10 años), Catán es un juego de mesa en el que cada jugador deberá dominar una serie de recursos necesarios para construir ciertos materiales, que son un requisito para alcanzar los puntos necesarios para ganar la partida. Un toque de aleatoriedad y mucho de estrategia para un juego que está entre los más reconocidos, y que puede ser muy interesante tener en clases de Secundaria. Para los que prefieran una modalidad electrónica, también está disponible en varias plataformas.
Carcasonne
Uno de esos juegos de mesa educativos tremendamente entretenidos, en el que deberemos ir cogiendo piezas al azar para formar un puzzle de ciudades, carreteras, abadías y murallas, que nos darán puntos según lo hagamos. El objetivo de Carcassonne es conseguir cuantos más mejor, para cual tendremos que tener una estrategia a la hora de colocar nuestras piezas. Quienes quieran una mayor complejidad, entonces tendrá que elegir alguna de sus múltiples expansiones para ampliar horizontes y añadir nueva dificultad al juego.
Mancala
Como el ajedrez o el go, Mancala son una serie de juegos de mesa educativos para niños tradicionales africanos. Existen varios tipos, tal y como describen en Wikipedia, de los cuales Kalah es el más habitual en occidente, y aunque el juego es bastante complejo —sobre todo para iniciarse en él— hay mucho material para aprender. Por ejemplo, este Mancala online que incluso incluye un tutorial para dar tus primeros pasos.
Rush Hour
A priori parece un juego sencillo: en Rush Hour deberemos sacar un coche que está aparcado junto a otros, moviéndolos como estimemos oportuno… pero sólo en movimientos horizontales o verticales. Fácil, ¿verdad? Termina siendo uno de esos rompecabezas extraordinarios, con los que no puedes dejar de pasar niveles, y más niveles… hasta que uno de ellos te bloquea. El juego de mesa cuesta unos 25 euros y podemos probarlo online por ejemplo en la web de su fabricante principal, aunque existen numerosos distribuidores.
TimeLine Inventions
Los juegos de mesa educativos de cartas han evolucionado hasta tal punto que incluso nos permiten aprender sobre inventos e inventores, por ejemplo con TimeLine Inventions. Una pequeña baraja de cartas muy sencilla que deberemos estudiar, combinando varias cartas entre si para poder batir a tus compañeros de juego. Y por cierto, también existen otras temáticas como ciencia y descubrimientos, eventos históricos o música y cine, todas ellas con el mismo mecanismo de juego.
¡Vuela Búho Vuela!
Con una estética excepcional, es un juego para los más pequeños (a partir de 4 años) en el que deberán cooperar con un fin: que los búhos vuelvan a sus nidos antes de que se ponga el sol. No busca la competitividad entre los jugadores y su mecanismo es tremendamente sencillo a la vez que divertido, basándose en colores y posiciones dentro de un tablero. Una introducción perfecta como primer juego de mesa para muchos pequeños, divertida y a la vez formativa.
Ver en AmazonTangram
Un clásico entre los clásicos al que todos hemos jugado alguna vez, Tangram es un juego de origen chino que consiste en un puzzle en el que partiremos de una serie de piezas, y tendremos que hacer diferentes construcciones y formas en base a unos planos opacos en los que no se ven qué piezas deberemos utilizar, sólo la forma final a conseguir. Si no quieres comprar uno por unos 10 euros (cuestan menos que eso), una excelente opción es crearte el tuyo propio con cartulinas o madera.
Rory’s Story Cubes
En los últimos años los Story Cubes se han posicionado como un juego tremendamente sencillo pero divertido y entretenido para los jóvenes y los no tan jóvenes. Son dados de 6 caras que en vez de números hay pequeñas ilustraciones; la idea: tirar algunos de ellos y con los resultados inventar una historia, y así afianzar la creatividad de cada uno de ellos. Hay muchas formas de utilizarlos y también muchos modelos disponibles por unos 10 euros cada pack, que incluye 9 dados.
Math Dice Jr.
Definido como uno de los primeros juegos de mesa educativos de cálculo mental, Math Dice Jr. es ideal para chavales a partir de los 6 años para que empiecen a pensar mentalmente todas esas operaciones matemáticas que serán esenciales durante los siguientes años de su vida educativa. Para entre 2 y 8 jugadores y con la posibilidad de añadir complejidad cuando necesiten ir al siguiente nivel de dificultad. Cuesta unos 13 euros y tiene también múltiples versiones disponibles.
Dixit
Hablamos de él el otro día, y por vuestros comentarios es de los más conocidos. Dixit es un juego tremendamente sencillo y brutalmente divertido que nos permitirá mejorar la inteligencia verbal, la creatividad y la imaginación, y también la colaboración con nuestros compañeros. Cada una de las tarjetas que componen este juego nos harán pensar decenas de posibilidades, palabras, frases y mucho más. Su precio es de unos 30 euros, aproximadamente, con muchas ampliaciones disponibles.
IQ Splash
juegos de mesa educativos de lógica de esos de estrujarse el cerebro hay muchos, como por ejemplo IQ Splash. Partiendo de unas piezas iniciales —e irregulares—, tendremos que combinarlas según las normas de una serie de tarjetas, y cuya dificultad va incrementándose como si fuesen niveles que debemos batir. Para un solo jugador, está pensado en edades a partir de los 6 años e incluye un total de 111 retos, todo en un formato pequeño y fácil de guardar y de llevar por ahí en caso de ser necesario.
Robot Turtles
Con el objetivo de enseñar los conceptos básicos de la programación a chavales a partir de los 3 años, Robot Turtles es uno de esos juegos de mesa educativos nacidos en la plataforma Kickstarter que han cosechado gran éxito entre la comunidad educativa de todo el mundo. Su funcionamiento se basa en personajes y tarjetas con órdenes que tendremos que utilizar y combinar eficazmente para satisfacer misiones y objetivos.
Bananagrams
Uno de esos juegos en los que cada ficha es una letra, y tendremos que componer varias palabras. No es tan competitivo como otros juegos de mesa educativos para niños como el más conocido Scrabble, y de hecho Bananagrams tiene además varios packs diferentes incluyendo algunos para fiestas o incluso uno para «tus primeras palabras», orientado a primeros lectores de Infantil y Primaria. A favor de Bananagrams, además, que es económico y que también existe una opción en español que incluye eñes y elles.
Ver en AmazonLetra a letra
Para trabajar aspectos del lenguaje como el vocabulario, es un sencillo pero interesante juego de cartas en el que se van enunciando las letras de una palabra, y el primero que la adivine es el que gana esa ronda. Existe versión en español que incluye 100 cartas con 300 palabras, con lo que la diversión está asegurada durante horas; también puedes jugar a crear tus propias cartas y añadirlas para, por ejemplo, crear retos temáticos que pueda interesarte llevar al aula.
Swish
En el momento en el que nos encontramos con un tablero con figuras y colores, lo más probable es que estemos ante un juego para promover la lógica y el razonamiento espacial. Pues efectivamente, así es Swish, que a través de sus cartas transparentes permitirá a chavales de 8 años en adelante elaborar cuáles son las mejores formas de ordenar y colocar cada carta, con el objetivo de juntar varias de ellas de un determinado modo. Diseñado tanto para pequeños como también para mayores.
Ocachess
Un juego de la oca tradicional que tiene como objetivo enseñar los principios del ajedrez. Ocachess es uno de esos ‘made in Spain’ divertidos y entretenidos, además de instructivos, que permitirá a los chavales conocer las piezas del ajedrez y sus movimientos elementales, así como descubrir conceptos más avanzados para familiarizarse con esta disciplina, ya que posee dos niveles de juego: básico y avanzado. Consta de un tablero y de 84 tarjetas de juego que también proponen una serie de retos matemáticos, de forma que además del ajedrez también nos servirá para promover toda la parte matemática de nuestros niños. Ideado para niños a partir de los 6 años.
Monster Kit
Otro juego español, concretamente elaborado por el autor de juegos de mesa Manu Sánchez Montero, es Monster Kit. Aquí nos proporcionan una serie de cartas con distintas partes del cuerpecillo de un monstruo, que deberemos combinar para elaborar divertidos animalillos y monstruitos con diferentes colores, varios tipos y números de ojos, bocas así o asao… y mucho más. El juego va ya por su segunda edición y permite trabajar la creatividad, la sociabilidad y aspectos como los colores y las formas, los números o las letras, entre mucho más. En Orientación Andújar le dedican un artículo con entrevista al autor, y en el que especifican muchos más detalles.
Los Tres Cerditos
Todo el mundo conoce la historia de Los Tres Cerditos y sus intentos de construir sus casas resistentes que les protegieran de el Lobo. Siguiendo este cuento, en este juego los participantes tiran el dado para tratar de aterrizar sobre una pila de paja, palos o ladrillos. Pensado para niños de entre 2 y 4 años, su objetivo es recoger las piezas necesarias para cada tipo de casa hasta tener una casa completa.
Three Sticks
Un creativo juego de mesa familiar centrado en la geometría. Hará a los niños aprender más sobre las formas y sus propiedades gracias a los tres palos con distintas longitudes que contiene. Por cada figura que creen ganarán puntos y avanzarán en el tablero.
Bus Stop
Este juego ayuda a los niños de entre 4 y 8 años a mejorar sus habilidades básicas de matemáticas. Tendrán que tirar los dados para mover el autobús por el tablero e ir subiendo pasajeros. Con esta dinámica, aprenderán habilidades simples de sumar y restar mientras se divierten.
Ulysse
Ayuda a mejorar el aprendizaje de las tablas de multiplicar con su mesa de 10 dígitos. Una buena manera de que los niños en edad de aprender esta metería se diviertan mientras mejoran su nivel de matemáticas.
Ajedrez
El clásico entre los clásicos. Un juego que aúna habilidades consideradas adultas como la visión estratégica, la utilización de los recursos o el análisis de tácticas rivales resulta realmente instructivo para niños que lo practiquen mucho a temprana edad. Tales son sus beneficios mentales que se está planteando implementarlo oficialmente en las aulas.
De perruco… ¡a perruco!
Este juego trata de contar experiencias propias que impliquen una emoción con el objetivo de favorecer la comunicación y crear un ambiente de confianza que potencie la inteligencia emocional de niños de Primaria. No hay ganadores ni perdedores, tan solo historias, diversión y aprendizaje.
Findings
Pensado para niños de 3 o más años y planteado como una especie de ‘búsqueda del tesoro’, supone un ejercicio que intercala la actividad física con la mental, haciendo a los jugadores moverse por toda la casa o el aula en busca de ‘pistas’ que les conduzcan hasta la sorpresa final. Todo ello mientras son estimulados por la relación de conceptos.
Squadratik
Apodado el ‘nuevo concepto de jugar a los naipes’, se trata de un juego de cartas sencillo pero que requiere de una serie de aptitudes para dominarlo tales como la lógica, la memoria, la astucia y la táctica. Eso lo convierte en un juego inteligente adecuado para el desarrollo cognitivo de los estudiantes.
Ciudades en juego
No se trata de un único juego como tal, sino que agrupa una serie de barajas de temática histórica en España: las Familias de los Cinco Reinos, las siete Familias Reales de España, las Parejas Reales… Un método para que los alumnos de Primaria aprendan más sobre la historia de su país.
Cortex
Compuesto de 90 cartas (74 cartas Prueba, 6 cartas Desafío táctil, 10 cartas táctiles en relieve) y 6 puzzle-cerebro (24 piezas), este juego pone a prueba la memoria, la agilidad visual, la coordinación y el razonamiento de los participantes. Algunas de las cartas tienen un componente sensorial, por lo que estimula prácticamente todos los sentidos. Está indicado para alumnos a partir de ocho años, el tiempo estimado para cada partida es de 15 minutos y pueden participar un máximo de seis personas. La dinámica de juego es la siguiente: las cartas se amontonan y se ponen boca abajo, de esta manera se verá en qué consiste la prueba; si se acierta, se recibe un trozo de cerebrito del color que corresponda. Quien consiga antes las cuatro piezas que forman la imagen del cerebro completo, ¡gana!
Lince
Pone a prueba la agudeza visual, la memoria y la coordinación ojo-mano. Para jugar hay que montar un tablero circular que contiene imágenes de diferentes objetos cotidianos. Todos ellos tienen una ficha individual cuadrada para que los jugadores sepan qué tienen que buscar. Cada miembro elige tres fichas al azar y debe encontrarlas en el menor tiempo posible marcando cada una con una ficha redondeada de color.
Juego de reciclaje
Aprender a clasificar la basura correctamente inculcará en los estudiantes el respeto por el medio ambiente, además de proporcionarles una habilidad fundamental para su día a día en casa. Contiene 100 fichas con imágenes de productos que se desechan normalmente y cuatro cubos de reciclaje en los que se pueden separar. El juego consiste en averiguar qué elementos se pueden reciclar y a qué cubo hay que echarlos. Ganará aquel que haya acertado más. Como las normativas y los colores de los cubos pueden variar en función de la localidad en la que se habita, se recomienda estudiar primero las reglas locales y jugar en base a ellas.
Palabrea
Ideal para repasar y reforzar el vocabulario y los conocimientos culturales de niños y niñas a partir de los seis años. El juego consta de 60 cartas con doble cara: por un lado se muestra una de las categorías de palabra en un color determinado y por el otro tres letras, cada una de diferente tono. Hay que encontrar palabras que encajen en las siguientes clase: animal, ciudad, país, personaje famoso, profesión, objeto, planta/árbol, comida, serie de televisión/película o nombre propio. ¿En qué consiste el juego? Se coloca la baraja con la cara de las letras hacia arriba y se voltea a un lado, de esta manera veremos una categoría y tres letras con las que jugar. Hay que buscar una palabra que comience por la letra que comparte el mismo color que la categoría con la que se juega. Cada acierto se señala con la posesión de la carta jugada. Al finalizar el mazo, finaliza la partida y el jugador con más cartas en su poder es el ganador.
Aprende con imágenes
Diseñado para niños de entre 0 a 3 años. Con él se estudiarán los colores, los animales, las texturas o las formas a través de imágenes. Contiene diversas láminas en las que hay una pregunta. Para elegir la respuesta correcta se emplea un ‘lápiz mágico’ que se apoyará sobre la imagen seleccionada. Si es un acierto, este dispositivo se iluminará y emitirá una melodía, por lo que se trata de un juego autocorrectivo, en el que los estudiantes saben de inmediato si han dado la respuesta correcta. Aunque está diseñado para una sola persona, se puede jugar en grupo, llevando un recuento de los aciertos de cada participante.
Kakaduu
Muy útil para introducir el vocabulario de los animales, tanto en el aula como en casa. Contiene 50 cartas ilustradas con diferentes animales y con su nombre escrito en 5 idiomas distintos: español, alemán, inglés, italiano y francés. Está pensado para niños de 1 a 3 años y se pueden emplear mostrándolas al grupo y pronunciando claramente el nombre para que lo aprendan. Una vez memorizados, se pueden emplear como cartas de memoria para que los jugadores acierten el nombre cada animal.
Formar palabras
Juego de mesa para trabajar la lectoescritura. A través de tarjetas ilustradas, cada jugador deberá introducir las letras que formarán la palabra que describe la imagen en el orden correcto. Las fichas son autocorrectivas, es decir, cada palabra está compuesta de unas fichas que tienen una forma determinada, por lo que solo hay que buscar aquellas que encajan este espacio. Con Formar palabras se puede estudiar vocabulario relacionado con animales, profesiones, posiciones, acciones, instrumentos, alimentos, transportes y sentimientos y sensaciones. Existe la posibilidad de jugar a solas o en grupo. Si solo hay un jugador, se elegirán las fichas con las que trabajar, se sacarán las letras que componen las palabras y se mezclarán para recomponerlas de nuevo. En este caso, se establecen grados de dificultad según la edad y facultades de cada uno. Por ejemplo, se dejan las iniciales de cada palabra y el participante debe buscar el resto de ellas. Y a partir de aquí se incrementará la dificultad como se desee, llegando al punto de no contar con ninguna ficha de letra en la tarjeta. Además, puede emplearse como juego en grupo repartiendo una tarjeta por jugador y mezclando todas las letras boca abajo. Por turnos, cada uno volteará una letra, si encaja en su ficha la usará, si no la devolverá a su posición inicial. Aquí entrará en juego la memoria de cada miembro que deberá fijarse bien para coger la ficha adecuada en su turno. Ganará el que antes complete sus palabras.
Trivial familiar
¿Quién es el que más sabe de la clase o de casa? La solución a la pregunta se consigue tras una partida de este conocido juego de preguntas. En su edición familiar, se incluyen 1200 preguntas aptas para niños y el mismo número para adultos, de esta manera todo el mundo podrá participar. La dinámica es sencilla: se lanzan los dados y se mueve la ficha hacia la temática que haya tocado. Se le lanza la pregunta al jugador y, si la acierta, recibe un quesito del color correspondiente. El jugador que antes consiga todas las cuñas y complete su ficha, ¡ganará!
¡Aventureros al tren! Europa
Aquí prima la estrategia, pero también la suerte. Al desplegar el tablero se descubre un mapa de Europa que conecta diferentes ciudades con líneas de tren en diferentes colores. Cada jugador recibe tres billetes a diferentes destinos y el objetivo es viajar desde las ciudades de origen y hasta la de destino. Para unir ambas, los jugadores sacarán diferentes cartas de un mazo común que muestras distintos tipos de tren. Cuando se reúnan las cartas necesarias para poner en marcha la línea, el jugador dejará las fichas de su color encima, para marcarla. ¿Qué hacer si otro jugador cierra una línea que otro necesita? Se pueden crear estaciones de tren para aprovechar el trabajo de los contrincantes y usar sus líneas ferroviarias en beneficio propio.